LA TORMENTA NOS CAMBIÓ
Era un niño que vivía en una ciudad llamada Ilstrus, era una ciudad de gente dedicada al comercio de especias y a su cultivo. Adriano era un niño muy listo, tenía diez años, su pasión era la música. Tiene una hermana que se llama Alba que era más pequeña que él, tenía ocho años. Un día, una fuerte tormenta arrasó su ciudad, dejando así a miles de muertos, sus padres murieron, pero él y su hermana Alba no murieron. Desolados caminaron durante varios días, buscando una ciudad o pueblo con supervivientes. Al cabo de los días vieron una pequeña aldea y fueron hacia allí. Cuando llegaron a la aldea repitieron varias veces: ¡Hola! ¡Hay alguien!.....pero no oyeron nada, pero de repente se escuchó un intranquilizante crujido de hojas y apareció un hombre y uno de sus cinco hijos de una cabaña. Ellos nos cuidaron y nos ofrecieron de todo, allí aprendimos todos sus secretos de caza, y técnicas de cultivos para la supervivencia. Al cabo de unos años, cuando Adriano cumplió dieciocho años y Alba dieciséis y decidieron marcharse de la aldea, aquella gente fue muy hospitalaria con ellos. Entonces, los acompañaron a la estación más cercana, desde allí cogieron el tren hasta llegar a Ilstrus que había sido reconstruida. Una vez allí buscaron a un tío de ellos que había sobrevivido. El tío tenía una tienda de especias, y tenía muchos amigos y consiguieron encontrar trabajo y volver a retomar sus estudios. Adriano terminó ejerciendo su vocación, siendo profesor de música y su hermana Alba estudió enfermería. Así fue que al cabo de los años fueron superando el trauma de la soledad: pero la recompensa del esfuerzo y la superación diaria dio sus frutos.
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